«Gemología Oportuna Minorías Agitadas» | GOMA Plataforma de Difusión Artística

La primera exposición de GOMA Plataforma de Difusión Artística, titulada «Gemología Oportuna Minorías Agitadas», trae una poderosa y diversa demostración de «lo oculto» del arte contemporáneo venezolano, maquinada por la mente inquieta de Bestialo Culapsus: Artefactos y Esparcimiento.

«Orientada a renovar e indagar dentro del espectro actual del arte venezolano, la plataforma GOMA toma en consideración para sus muestras expositivas, trabajos de relevancia, alta factura y vigencia que usualmente pasan desapercibidos por el total desconocimiento del público o espacios y galerías públicas/privadas, para generar exhibiciones de naturaleza fresca, dinámica y de mutuo provecho para el artista, así como para diversificar la situación actual del arte local, promoviendo el trabajo de creadores venezolanos que residen dentro y fuera del país».

Fuente: Prensa GBG Arts

Bajo este principio GOMA reúne las propuestas de 17 artistas venezolanos bajo la curaduría de Abraham Araujo, la exposición incluye obras de Germán Adolfo, Igor Bastidas, Alejandro Beltrán, Luz Carabaño, Gustavo Dao, Carlín Díaz, José Ostos, Aquiles Hadjis, Daniella Isamit, Abraham Araujo, Jeanne Jiménez, Pedro Medina, Sebastián Merkl, AV/CV, Angyvir Padilla, Darío Utreras y Abdul Vas, quienes muestran trabajos ejecutados en diferente medios y técnicas como el dibujo, la pintura, la escultura, la fotografía, la instalación, la intervención, el video y el collage, entre otros.

Todo el recorrido expositivo fue habilidosamente museografeado por Ricardo Báez y Mario Matos y estuvo acompañado con reflexiones en torno al trabajo de cada artista, a cargo del perspicaz Pedro Marrero. Adicionalmente contó con los magistrales comentarios de Amílcar Ortega, Rafael Castillo Zapata y Ariel Jiménez.

Por Rafael Castillo Zapata

Magma plural de recuperaciones y operaciones de reconversión de propuestas precedentes, las obras que aportan los artistas agrupados bajo el emblema de GOMA –ahí lo elástico, lo que bota y rebota, entre saltos y sobresaltos en dirección de deriva, un poco al azar y otro poco al aire de una porosidad que acierta, abierta a la contaminación y a los contagios, sin rechazar lo esperpéntico ni lo bizarro, lo conceptual y lo artesanal, lo electrónico y lo manual, lo analógico y lo digital, en amalgamas que se arriesgan dejándose tentar por los bucles incómodos de la revuelta en la memoria de viejas reyertas del arte con el arte y del arte con la política y su mítica-, por sus medios y sus técnicas –el dibujo, la pintura, la escultura, la fotografía, la instalación, la intervención, el happening, el cómic, el vídeo, el diseño, la impresión, la edición, el fanzine, el esténcil, el grafiti, la fotocopia, el collage, la confección- abarcan un espectro complejo de propuestas que retoman y rechazan, reciclan, desechan, digieren, metabolizan e incorporan diferentes vertientes y corrientes, nombres y prácticas, procesos y excesos, confrontaciones y tensiones del arte contemporáneo, destupiendo el horizonte de posibilidades actuales, tratando de no repetir antiguos gestos de rechazo contracultural pero recuperándolos al mismo tiempo con giros críticos sutiles, no desprovistos de su propia dinamita oculta en lo que exponen y proyectan.

Es difícil, en la escena del arte contemporáneo nuestro, escapar a la tentación de repetir la vieja canción de la ruptura, o el ritornelo de lo nuevo, y no caer, a la vez, en la tentación de producir más de lo mismo, recorriendo a procedimientos trasnochados, ocupando lugares ya ocupados donde reina lo instalado o lo impostado, lo convenido o lo conveniente, lo repetido por esperado y aceptado, sin riesgo ni desafío.

Foto: Josselin Chalbaud.

En su flexibilidad porosa, en su multiplicidad curiosa, inestable, libre, la gente de GOMA no se infla ni se desinfla, no se hincha aerostática en el helio mágico de la altura de la desmesura, ni se derrama flácida sobre el asfalto de apáticas modestias ni sentimientos de derrota: acomete su trabajo desde un margen nada heroico, cada uno en su tempo, cada uno con su élan, sin alardear y sin menoscabar su propia fuerza, tratando de mantener una suerte de equilibrio, divergiendo pero a la vez convergiendo, escapando de las transacciones cómodas y de las acomodaciones fáciles.

La presencia, pues, en la escena de la movida plástica contemporánea -tan amplia como compleja- de estos artistas –Germán Adolfo, Abraham Araujo, Igor Bastidas, Alejandro Beltrán, Luz Carabaño, Gustavo Dao, Carlín Díaz, Adriana Genel, Aquiles Hadjis, Daniella Isamit, Jeanne Jiménez, Pedro Medina, Sebastián Merkl, Angyvir Padilla, Darío Utreras, Abdul Vas-, unidos pero no confundidos en una misma maquinación de coincidencias intencionales y emotivas, descomponen un poco la monotonía del paisaje de los montajes habituales (hasta donde eso es posible en un mundo dominado por el rudo avatar de las tendencias y el mercado) que circulan y pululan a diestra y siniestra y configuran, hoy por hoy, el previsible, inconmovible ritmo de lo que se estanca.

Muchos están afuera, en buscado u obligado exilio y, sin delirio, tratan de mantener el contacto con lo que dejaron atrás y sigue vivo, activo, en medio del caos de lo incierto, donde los que se quedaron siguen dando la pelea con sus intentos. Ya han expuesto y se han expuesto y no vienen con la intención descolocada de inventariar lo inédito. Al contrario, maduran su experiencia confrontándose; se exigen, se miden; intentan vincularse, aparecer, provocar y promover un escenario donde puedan verse las nuevas tensiones y tentaciones que se abren en el abanico inestable de lo aquí presente, urgente, y de lo ingente, proveniente del indecidible porvenir hacia el que van, contra todo obstáculo y contra toda interdicción. 

Marzo-mayo de 2019

«Gemología Oportuna Minorías Agitadas» tuvo lugar en los espacios de la galería GBG Arts de Caracas, entre julio y septiembre de 2019.

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