«El cuerpo plástico» en la Sala Mendoza

El conjunto de obras que integran esta exhibición fueron creadas tras derivas en mis investigaciones artísticas, en las que la inspiración se presenta en la forma de coincidencias que enlazan la actualidad con la tradición de la pintura. Entre esas derivas, resplandece la presencia del cuerpo humano como forma significativa, infinitamente explorado y acogiendo múltiples sentidos, que van de lo empírico a lo sublime. Sin embargo, en esta individual, la denominación ‘cuerpo’ no solo tiene un sentido literal, además tiene un sentido metafórico que hace referencia a la práctica pictórica.

No es para menos el interés que capta el cuerpo en el arte, al final viene a ser la figura estelar del enigma de la humanidad y su lugar en el mundo, en consecuencia, periódicamente se encuentra en el centro de las reflexiones durante la historia del arte. Resaltan las del Renacimiento, un gran momento para la pintura al elevarse como disciplina artística, en las que especulaciones que envuelven la figura humana emergen de un taller a otro, pero vendría a ser Alberti uno de los que mejor sistematiza la cosa.

Entre sus teorías, me llamó la atención aquellas sobre unas escenas que retratan dinámicos movimientos corporales para representar emociones complejas, por la claridad con la que entiende el rol de la pintura, como comunicación. Coincidencialmente, cuando leí Alberti me encontraba practicando Pilates como rutina de ejercicios, y, estudiando las posiciones de los ejercicios, no pude evitar ver una cualidad plástica en las pequeñas fotografías de las secuencias. Ese factor representativo en las rutinas donde una figura detenida-retratada de un cuerpo moldeable configura algo que imagina.

En las series Secuencias Pilates y Pasos de ballet, cada posición del ejercicio traza la acción que recrea a un animal o cosa, como en La sirena y Le pas de chat, con la idea de lograr una forma armoniosa y bella. El cuerpo humano es un medio flexible que representa algo que es aludido en los títulos de las rutinas. Como lugar de origen de toda imagen, el cuerpo es una figura plástica que palpita frecuentemente en múltiples cuadros, su apariencia cautiva la mirada para conmover el espíritu de múltiples maneras, porque quién no se deja seducir por un cuerpo bello y sano.

En ese encuentro de la imaginación con la figura del cuerpo, sobre todo del propio, la idealización persiste en nuestro interior en aspiraciones como mantener el rostro joven o lucir atractivo. Es una búsqueda que tiende a dirigirse hacia lo inalcanzable y tal ilusión se asoma en el viejo arte de la apariencia porque abre o habita un lugar apartado de nuestra realidad. En el proceso de pintar unas series de natures mortes con objetos personales y cotidianos, me topé con todo un ideario en cosméticos y perfumes marcados con conceptos filosóficos y estéticos, que activaron una relación con la cualidad reflexiva de la pintura.

Así me deslicé al ámbito conceptual componiendo cuadros con prolijos envases cargados de promesas que tañen nuestras más esenciales aspiraciones estéticas. En principio, los pinté en solitario, como los frascos All About Eyes y Natural Tint, flotando sobre fondos blancuzcos dejando en el poder de la sentencia todo el sentido del cuadro. Más adelante, en yuxtaposiciones de tarros de cremas y botellas de perfumes moldeadas con formas corporales — algunos venturosamente creados por Salvador Dalí —, sensualizando los objetuales cuadros los cuales iba titulando de acuerdo a los nombres de los productos, como por ejemplo, Clasique Ideal Body e Idealia.

Arriba, All About Eyes y Natural Tint (2016), abajo, Vanitas, Narciso y Modern Muse (2019).

Como objetos preciados, los perfumes concedieron un aire enigmático al conjunto de El cuerpo plástico, con piezas como Narciso y Vanitas, claras referencias de imágenes bien conocidas en el arte. No es por nada que los antiguos griegos lo consideraban un regalo divino o artistas conceptuales vieran en ellos una manifestación de lo impalpable. En la muestra, sirve para hablarnos de ese abismo que separa la pintura de la realidad visible y del ámbito en el que habita la obra de arte.

Mientras produje esos still lifes conceptuales, fui construyendo otra serie con sets de maquillaje, atraída sobre todo por las paletas y los nombres comerciales de los colores. Así que no me escandalicé al leer sobre ciertos debates dados durante el Barroco, en los que se desvalorizaba la inclinación por el colorismo calificándola como ficticia y femenina, al compararlo con la afición por el maquillaje. Me causó gracia la osadía de esas mentes del pasado, porque en mi cabeza persiste la idea de que el color es una herramienta sustancial de la pintura, comparte historia y componentes básicos con el maquillaje, y de paso, ¿qué sucede con lo femenino?

Así que di rienda suelta a mis intenciones con esta serie femenina, destacando la variedad en pigmentos usados para alterar la apariencia del rostro y mejorar la imagen personal, como un tributo íntimo a este elemento visual-plástico. En este sentido, en Círculo cromático cosmético y Claroscuro de bases, los esmaltes de uñas multicolores y las bases tonos piel están dispuestos de acuerdo a metodologías para clasificar y trabajar color y sus tonos. Una indicación de cómo la sistematización del color es un artificio alto explotado en la cultura visual contemporánea, en todos sus matices y medios posibles, gracias a sus infinitas cualidades expresivas, y que halla en el corpus pictórico un profundo valor.

Con eso en mente, y para cerrar el conjunto de obras en la sala, me propuse explorar el ámbito videográfico y performático para proyectar los motivos de las pinturas más allá del medio y devolver la mirada al cuerpo. Por lo que incorporé a la muestra un video-performance donde se reúnen varios elementos e ideas explorados en las telas, y, coordiné una performance realizada por una bailarina profesional como demostración de la plasticidad y expresividad del cuerpo.

Particularmente, entre estas derivas creativas, el video-performance busca yuxtaponer elementos tanto de las prácticas visuales como las del lenguaje. En Los actos del maquillaje, se pone en escena el paso a paso de tres looks de maquillaje de rostro, interpretados desde tres posturas de la figuración pictórica. Así, el look naturalista, registra el proceso de un para lograr una apariencia natural, que los estilistas denominan nude o makeup no makeup; el look idealista, capta el de aspecto profesional, de belleza clásica; y el look manierista, registra un maquillaje más atrevido y exagerado, conocido como glam. Sobre esta pieza flota una síntesis que da con aspectos inherentes de las artes visuales, que para mí encuentran en la pintura un punto de partida técnico y reflexivo.

Registro de la performance de María Fernanda Abzueta, en la exposición individual El cuerpo plástico (16 de mayo de 2022).

En resumen, el cuerpo plástico es la forma en que trabajamos fuertemente por mantenerlo y mejorarlo de modo natural o artificial. El cuerpo plástico es la figura humana en su capacidad de ser moldeada y usada como artificio, motivo y soporte de potencia significativa. El cuerpo plástico es sobre la manipulación de la imagen personal, en la interiorización y exteriorización de ideales estéticos. El cuerpo plástico es la relación de las artes visuales con el lenguaje. El cuerpo plástico es la teoría y la práctica de la pintura, en su afán de capturar la imagen, de configurar apariencia.

Caracas, abril de 2023.


Voces desde la Sala

El cuerpo plástico es una propuesta que Jeanne Jiménez ha desarrollado durante años recientes a raíz de un interés particular por la imagen plástica y la imagen personal. En ella vierte su fascinación por algunas ideas y artilugios a través de los cuales se materializa aquel deseo casi inconfesable de suscribir la apariencia a convenciones e ideales estéticos con frecuencia inalcanzables. La artista retrata, por un lado, cosméticos y productos de belleza que advierten y capitalizan este anhelo –como lociones que prometen borrar la inevitable huella del tiempo sobre el rostro, y perfumes y esencias que sugieren contener experiencias, sensaciones y valores absolutos– y, por el otro, series de ejercicios Pilates y de pasos de ballet diseñados para moldear la silueta.

Jiménez presenta así, entre tropos y guiños, extractos de un cuerpo plástico que es a la vez figura humana –no accidentalmente femenina– vuelta artificio, motivo y soporte, y teoría y práctica de la pintura en su afán de capturar la imagen, como Narciso a su reflejo.

Texto de sala producido por la Sala Mendoza.

Conversación con la filósofa y curadora Carmen Alicia Di Pasquale, en el marco de la exposición presentada en la Sala Mendoza (9 de junio de 2022).

María Eugenia Arria y Rosario Lezama

Jiménez presenta así, entre tropos y guiños, extractos de un cuerpo plástico que es a la vez figura humana –no accidentalmente femenina– vuelta artificio, motivo y soporte, y teoría y práctica de la pintura en su afán de capturar la imagen, como Narciso a su reflejo.

Entrada al área expositiva de la Sala Mendoza (marzo-junio de 2022).

El cuerpo plástico, tuvo lugar en la sala mendoza en caracas, entre Marzo y Junio de 2022.
  • Mediación curatorial y texto de sala: Patricia Velasco y Cecilia Pérez Muskus
  • Asesoría museográfica: Jean Nouel
  • Montaje: Sala Mendoza.
  • Agradecimiento especial a Marcos Duplex, The Venezuelan American Endowment for the Arts, Ali Cordero Casal, Luis Felipe Jiménez y Lena Flores.

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